Apenas cuatro metros. Esa fue la longitud acordada para la a priori inofensiva brecha que, en la madrugada del sábado 4 de octubre de 2003, se excavó en la barrera de arena que separa el río Senegal del océano Atlántico para luchar contra las graves inundaciones que la ciudad de Saint Louis sufría en aquellas fechas.
Antigua capital del África occidental francesa, esta urbe fronteriza con Mauritania declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se fundó en el siglo XVII por su estratégica ubicación en la costa rodeada de humedales. La ciudad fue erigida directamente en una diminuta isla conocida como Ndar en el delta del río Senegal, a pesar de que este sufre crecidas muy importantes en época de lluvia. La población de la ciudad se ha ido expandiendo en las tierras vecinas de alrededor del río por falta de espacio en la isla, que ahora alberga el centro histórico de Saint Louis, repleto de vestigios arquitectónicos de la etapa colonial. Todos ellos amenazados aquel mes octubre, al igual que miles de hogares, por la crecida de unas aguas que desafiaban con anegar la isla entera.
La incisión suponía un arañazo en una extensa lengua de arena, procedente de Mauritania, que acompaña durante una veintena de kilómetros al océano Atlántico en paralelo al continente africano. Ya en Senegal, esta barrera de arena forma parte del Parque Nacional de la Langue de Barbarie, refugio estacional para multitud de especies de aves y hábitat de fauna y flora protegidas.
Las previsiones de las autoridades que condujeron la operación eran que el exceso de caudal del río se iría por esa desviación. De esta forma, en apenas un par de días, el estrecho canal abierto permitió evacuar el agua que amenazaba con tragarse entera la ciudad histórica de Saint-Louis. Sin embargo, esta minúscula apertura ha tenido consecuencias que van mucho más allá de los objetivos por los que se llevó a cabo aquel día de octubre.
Las dunas marítimas son un ecosistema extremadamente frágil y dinámico y, como cuando un castillo se desmorona ante la subida de la marea, el mar ha ido engullendo más y más arena, ensanchando una apertura que en unos días pasó de los cuatro metros iniciales a medir más de cien. Pronto superó el kilómetro. A día de hoy, mientras continúa desplazándose hacia el sur, su longitud roza los seis kilómetros. Tal es su efecto que la desembocadura habitual del río Senegal se ha cerrado y la propia brecha se ha convertido en el lugar de encuentro de las aguas de este curso fluvial con las del mar.
La población de la zona aclara que este tipo de alteraciones entre el río y el océano han sido más o menos frecuentes a lo largo de la historia. Generaciones anteriores han sido testimonio de otras brechas surgidas de forma natural. Toda la desembocadura del río Senegal es un enorme delta irregular, repleto de manglares, islas y marismas, sin embargo, por primera vez, la intervención humana ha alterado los ritmos de la naturaleza en esta zona tan biodiversa y vulnerable.
El ecosistema ha cambiado completamente debido a la paulatina salinización del agua dulce, que ha echado a perder la agricultura que se practicaba en los campos regados por el río por las importantes alteraciones sufridas en la capa freática. Este proceso no está únicamente ligado a la aparición de la brecha, sino que desde la construcción de una importante presa doscientos kilómetros río arriba el cambio ha sido gradual e ininterrumpido hasta la completa conversión en un entorno de agua salada. En estos últimos años, la navegación y la pesca en el entorno también se han visto gravemente afectadas por estos hechos. Así pues, la brecha ha condicionado los dos principales medios de vida de la zona, provocando que mucha gente pierda sus trabajos y se vea empujada a emigrar hacia otros lugares.
Además, la ya inexistente barrera de arena protegía a los asentamientos de la zona de las inclemencias del mar, por lo que, en cuanto se abrió la brecha esta zona densamente poblada quedó a su merced: dos pueblos enteros han desaparecido, anegados por la subida del nivel del océano, y miles de personas han tenido que abandonar sus hogares; de las cuales muchas todavía continúan viviendo en campamentos de refugiados cerca de Saint Louis.
Además, la ya inexistente barrera de arena protegía a los asentamientos de la zona de las inclemencias del mar, por lo que, en cuanto se abrió la brecha esta zona densamente poblada quedó a su merced: dos pueblos enteros han desaparecido, anegados por la subida del nivel del océano, y miles de personas han tenido que abandonar sus hogares; de las cuales muchas todavía continúan viviendo en campamentos de refugiados cerca de Saint Louis.
AQUÍ PARTE TEXTO REFUGIADOS + FOTOS
La intervención para abrir la brecha no estuvo exenta de polémica y contestación. “Advertí de que la apertura de la brecha podría tener efectos más amplios de lo que se esperaba”, recuerda Elage Ameth Sène Diagne, chief du village de Doune Baba Dièye, un pueblo ubicado en una de las múltiples islas que forman parte del Parque Nacional Langue de Barbarie y que terminó hundido por el avance del agua tras los cambios en la zona experimentados a raíz de la apertura.
Durante sus explicaciones, Sène Diagne no deja de enfatizar que, ya en su momento, él recalcó que no era necesaria una solución tan drástica para evitar que la ciudad de Saint Louis se inundase y que fue el clasismo lo que frenó que su voz fuese atendida. “Me preguntaron cómo podía saberlo, si tenía algún diploma o certificación que respaldara mis afirmaciones. Les expliqué que mi conocimiento estaba basado en mi experiencia en asuntos relacionados con las aguas del mar”, relata.
Hoy vive junto a su familia en un nuevo pueblo, a una distancia no demasiado grande de su anterior hogar, del que ya no quedan apenas restos visibles, casi todo está ya sumergido, a excepción de las ruinas de algunas casas y de la copa del árbol que presidía la plaza central, donde ahora descansan las aves pescadoras mientras otean la superficie del río en busca de algún pez despistado. Lo que era Doune Baba Dièye ya no existe. En 2007 los efectos de la brecha empezaron a notarse en la zona y los esfuerzos para frenar su avance apenas permitieron mitigar la velocidad a la que el agua se tragó las viviendas. Más de 800 personas se quedaron sin hogar y sin trabajo, lo que forzó a muchos de ellos a migrar a otros lugares.
FOTO AMETH SÈNE DIAGNE
VÍDEO VISITA DOUNE BABA DIEYE (MONTAJE IMÁGENES DRON + BARCA)
Lo más duro de tener que abandonar nuestro pueblo fue dejar atrás el estilo de vida único que teníamos. El ambiente, el ritmo de vida y la disciplina que compartíamos como habitantes del pueblo eran incomparables y no se encontraban en ningún otro lugar”, declara, apenado, Sène Diagne, que fue el último de todos sus vecinos en dejar su pueblo, ya que se quedó al cuidado de los cementerios donde estaban enterrados sus antepasados.
En el ámbito académico también existen voces críticas contra la apertura de la brecha en la Langue de Barbarie y la gestión posterior del desplazamiento de poblaciones. Ibrahim Diatta, geógrafo de la universidad Gaston Berger de Saint Louis, expone que las consecuencias de esta apertura, al principio, estaban directamente ligadas a “una cuestión de seguridad, porque la erosión costera supuso que pueblos desaparecieran, esto significa que la gente, con sus casas y la memoria colectiva de los cementerios, todo desapareció, tragado por las aguas. Fue un gran shock.” Además, también recalca que la apertura de este canal trajo consigo una “enorme cantidad de daños y deterioros” en Gandiol, una localidad situada varios kilómetros al sur y que fue la primera en experimentar los efectos de la brecha.
FOTOS GANDIOL – (POSIBLE VÍDEO RECURSOS PLAYA)
DAÑOS EN GANDIOL
Casas arrasadas y hasta un hotel medio derruido presiden ahora la primera línea de costa en Gandiol, desde cuya playa se puede ver cómo las corrientes y los sedimentos vuelven a dar forma a una nueva lengua de arena y van desplazando la brecha hacia el sur, camino de la desembocadura natural del río Senegal, a donde se prevé que retorne cuando haya concluido su lento pero incesante avance. Un regreso al estado natural de la cuestión que por el camino irá segando vegetación, hábitats de especies vulnerables, refugios de aves migratorias y poniendo en riesgo hogares edificados a escasos metros del mar, como lo estaba el de Diaw Gueye y su familia en el 2017.
Diaw es una joven del barrio gandiolés de Pilot Barre, erigido en primera línea de playa, que trabaja como responsable de la biblioteca del centro cultural Aminata. Gueye no perdió la casa en la que vivía con su familia, pero sí se vio obligada a salir de ella durante una semana, en plena crisis motivada por la llegada de la brecha a esta localidad, que se vio expuesta a las inclemencias del océano y al posible derribo de múltiples viviendas. “Fue un poco difícil para nosotros porque nacimos aquí, crecimos aquí, y nos tuvimos que ir a vivir con mi tía porque no era seguro quedarse con el mar. Ir allí, viviendo con otra familia, con todas las cosas que tenemos», declara la joven, que también hace hincapié en que la única ayuda que recibieron fue por parte de la ONG local Hahatay. «Aquí vino un ministro a preguntar qué necesitábamos. Se lo dijimos, pero no trajeron nada. Volvimos a casa y con nuestros propios medios arreglamos lo que teníamos que arreglar», denuncia. Gueye concluye, nostálgica, que, a consecuencia de la brecha, la vida en Gandiol se ha transformado: “Solo puedo decir que echo de menos lo que solíamos hacer. Por ejemplo, cruzar hasta el mar aquí, justo al lado. Lo echo mucho de menos. Había dos hoteles, ahora no existen”.
MATERIAL AUDIOVISUAL DE DIAW
A escasa distancia del hogar de Diaw Gueye se pueden observar varias ruinas de viviendas que no corrieron la misma suerte. Así ocurrió con la casa de la abuela de Babakar, joven de 25 años que combina los estudios en la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis con la práctica de la pesca. Situada en el barrio de Pilot, allí vivían sus abuelos y tres de sus tíos con sus respectivas familias. Según detalla, más de una quincena de personas que tuvieron que abandonar su casa para siempre debido a la llegada sin cesar de las olas del mar y los daños causadas por estas: “El mar nos afectó duramente, muy negativamente […]. En el momento en el que el mar llegó a atacar aquí, se vieron obligados a desplazarse y mudarse. El Estado no hizo nada. Fue difícil.” Por suerte, con el paso del tiempo la situación ha ido mejorando y la emergencia ha disminuido. Hoy ya nadie en Pilot teme al paso de la brecha, oculta tras una gruesa barra de arena de nueva creación y que ahora tapa lo que hace unos años era la nueva salida al mar para los pescadores.
PESCA/SOBREPESCA Y MIGRACIÓN
HABLAR DE SOBREPESCA ZONA (ENLACE) + PROFUNDIZAR MÁS VÍCTIMAS DEL OLEAJE EN LA BRECHE? → MOVIDAS DE BARCOS QUE VUELCAN/INSEGURIDAD BARRA ARENA → ligado a testimonios Guet Ndar??
Pescadores como el hermano de Diaw, el mismo Babakar y muchos vecinos de esta zona, que han crecido con este oficio y que ejercen a bordo de las icónicas pirogues, cayucos tradicionales de madera pintados con colores vivos. Con ellas salen a la mar a faenar, aunque la sobrepesca y los cambios en el ecosistema han reducido de forma importante el número de peces disponibles en las inmediaciones.
La existencia de múltiples lenguas de arena, la profundidad variable del océano en las proximidades de la costa y las corrientes fruto de la combinación del agua del mar con el curso del río, hacen que no sean aguas seguras para la navegación, puesto que es fácil embarrancar y naufragar, lo que ya ha costado numerosas víctimas mortales. Además, como explica el geógrafo de la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis, Ibrahim Diatta, “la navegación se ha complicado debido a que el alto nivel del agua proveniente del mar ha hecho que los bolongs -así se les llama a los canales de agua salada- sean más inestables”. Es por ello que son habituales las salidas hasta la Casamance -territorio senegalés situado cientos de kilómetros al sur- o hasta las costas de Guinea-Bissau, desplazamientos en busca de pesca que duran varios días y que no están exentos de riesgo. Además, no son pocos los pescadores que han aparcado esta actividad y emprendido un camino más largo y peligroso: el viaje solo de ida hacia el continente europeo por la conocida como ruta canaria. Cientos de kilómetros por mar separan el norte de Senegal del punto bajo jurisdicción europea más próximo, las españolas Islas Canarias, lo cual no impide que miles de personas -en 2023 se han alcanzado cifras récord- intenten llegar a suelo comunitario por esta vía. Por el camino, el Oceáno Atlántico se ha cobrado la vida de centenares de personas, afectadas por las duras condiciones de esta travesía de varios días y escasas garantías de éxito. Una de las personas que consiguió llegar a buen puerto por esta ruta fue el hermano de Diaw Gueye, que ahora reside en España, como ella misma cuenta.
SUBIR PARTE ENTREVISTA DIAW (TEXTO + TESTIMONIO VÍDEO)
PIEZA AUDIOVISUAL TESTIMONIOS MARINEROS (RECURSOS VÍDEO/FOTO). VÍDEOS PARA PONER JUNTOS
Pape Abou:
Bueno, yo me llamo Pape Abou Ndiaye y soy marinero. Y pues para ir a pescar tenemos que pasar sí o sí por la brecha y la verdad es que nuestro oficio es muy duro porque lo es. Además de que nosotros trabajamos en campañas, durante todo el invierno. Tenemos cayucos grandes y estamos fuera durante varios días, emigramos a otros sitios y cuando volvemos, pues volvemos con bastante pescado, bastantes cajas. Pero claro, de regreso a casa cuando llegas por la brecha y el mar está movido, pues hay la posibilidad de que perdamos todo, si el mar está agitado y no hace buen tiempo el cayuco, puede derrumbarse. Pero bueno, yo lo único que puedo decir es que el caso de la brecha, es muy duro. Lo único que queremos es que nos ayuden a arreglarlo.
Pues depende, porque esto va por campañas, por épocas. Entonces, durante dos meses o tres meses, vamos a trabajar, y es lo que te decía antes. Salimos unos días afuera a pescar, cuando volvemos y el mar está un poco agitado, sube el nivel del agua y todo eso. Entonces, corres el riesgo de sufrir un accidente o de morir, porque obligatoriamente nosotros tenemos que pasar por donde está la brecha para poder ir al agua del mar, a veces se rompen todos los materiales por el camino. Cuando volvemos a casa intentamos arreglar todos estos daños que han sufrido nuestros cayucos y por supuesto enfrentar las desgracias. Y además, no podemos hacer nada porque nosotros somos marineros, sabemos cómo va este oficio, es algo a lo que nos queremos dedicar y bueno. La brecha también es por donde tenemos que pasar para poder ir a pescar. Es la conexión entre el río y el mar. Entonces tenemos que pasar por ahí para poder ir al mar. Entonces, bueno, es lo único que tenemos y queremos que nos lo arreglen.
¿Y en relación a la apertura de la brecha, qué consecuencias negativas hay en relación a vuestro oficio?
Pues esto también se manifiesta en un cúmulo de cosas y claro, depende. A veces hace buen tiempo, salimos fuera. Y cuando volvemos, el mar está un poco movido, y entonces hay barcos que se inundan y pierdes toda la mercancía. Hay mucha gente que muere en esos accidentes, y claro, también se dañan nuestras máquinas de gasoil, entonces se dañan muchos materiales.
Ibrahima Gueye,
Hola, yo me llamo Ibrahima Gueye, soy marinero y mi familia también son marineros. Tengo mi propio barco, lo único que queremos es que nos arreglen la problemática de la brecha, la verdad es lo único que queremos es que nos solucionen esta problemática para que podamos ir a trabajar con tranquilidad y saber que no vamos a correr ningún riesgo. Hace dos meses que mi material para poder trabajar se destrozó por la brecha y esto es muy duro ya que llevas invirtiendo en ello durante muchísimos años para poder obtener tu cayuco.Yo tengo mi propio cayuco, y es todo para mí, porque gracias a tenerlo que me permite ir a trabajar y poder sustentar a mi familia. Y claro que a consecuencias de la brecha de un día a otro, de repente, pues se te destroce tu material y lo que te ha costado tanto construir, pues es muy dura la verdad. Y tampoco podemos dejar este oficio ya que es lo que dominamos y de lo que llevamos trabajando durante muchísimos años. Hay gente que sufre mucho por las consecuencia de la brecha y de situaciones mucho más dura que la mía
No son las únicas rutas que se emprenden desde esta costa, ya que, no mucho más lejos, a una distancia aproximada de un viaje de ida y vuelta a Guinea-Bisáu, están las Islas Canarias. Suelo europeo que abre la posibilidad de la migración marítima como una alternativa ante la falta de oportunidades de futuro en la zona. Esa fue la decisión que tomó el hermano de Diaw Gueye: surcar una ruta que se ha cobrado miles de vidas en los últimos años. Por suerte, el viaje fue exitoso y hoy él “está a gusto” en España, asegura su hermana. “Durante una semana no supimos nada […]. Estuvimos preocupados, la verdad, cuando llegó y llamó por teléfono le preguntamos y nos dijo que todo fue muy bien”, relata.
No obstante, la ruta de África occidental a las Islas Canarias es una de las rutas migratorias más mortales del mundo. La cifra de personas que murieron en este trayecto en el 2022 según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asciende a 559. Mejor dicho, a al menos 559, porque la organización asegura que al ser la recopilación de información un verdadero reto, “los datos deben considerarse como una estimación mínima del verdadero número de vidas perdidas durante la migración”.
La ruta es peligrosa por la longitud del viaje, en el mejor de los casos una semana desde el norte de Senegal, combinada con la innavegabilidad de las embarcaciones y el traicionero Atlántico. Muchos de estos cayucos proceden de Senegal, y, concretamente, de la región de Saint-Louis, de donde parten regularmente embarcaciones con migrantes.
→aqui profundizar un poco más de la cantidad de cayucos, personas que han partido este año concretametne de aqui y como se organizan los pueblos, mujeres, etc.:
Mujer 4:
Hola, buenos días a todos y a todas. La verdad es que estamos hartos de la problemática de la brecha, se han muerto nuestros hijos y familiares, marineros y la brecha es la causa de que ahora haya muchas migraciones a Europa. Nosotras somos hijos e hijas de marineros, así que el mar es todo para nosotras, es nuestra vida. Es tremenda la cantidad de gente que murió a consecuencias de la brecha. Y claro, esto no es normal, nosotros lo que queremos es que nos arreglen la brecha, pero es que no están tomando medidas ni buscando soluciones ni parando esto. Cada quien habla, luego se va, pero nadie te va a venir. Entonces, lo único que queremos es que nos arreglen esta problemática y poder seguir con nuestras vidas, que los mayores puedan ir a trabajar sin riesgos.
¿Qué, antes de la llegada de la brecha, a qué oficios os dedicabais?
Pues nosotras somos pescadoras. Vamos a la costa, compramos los pescados que también los marineros, y luego pues vendemos la mercancía por ahí. Entonces, pues a eso nos dedicamos, pero cuando llegó la brecha, todo esto ha empeorado porque cuando el mar está así movidito, los marineros no pueden trabajar. Y nosotras, como no hay mercancía, pues tampoco.
sobrepesca
Ibrahima Gueye:
¿Y qué diferencias notáis en vuestro oficio antes y después de la brecha?
Pues a ver si hay diferencia, o sea antes ibas a pescar con seguridad, además de que el mar tenía pescado y ahora con todo esto, pues el mar está un poco movido y también está, el problema de los barcos que llegan por aquí y cuando llegan pues rompen nuestros materiales al chocar con nuestros cayucos. Es una situación muy indignante ya que cuesta invertir para poder obtener tus materiales y todo eso, y que de un día a otro venga un barco y pues te destroce tu material o se lleve tus cosas.
Te destrozan las redes o hay unos huecos bastante grandes en ellos y pues te ves obligado a volver a acostar y pues comprar otro buscarte la vida, sabes. Y claro hay una gran diferencia entre un barco y un cayuco, sabes, y no te puedes poner a la altura de un barco, estar quejándote o buscar peleas y claro que no puedes hacer nada, pues te ves obligado a callarte y a buscarte la vida.
Y cuando ocurren todos estos sucesos, ¿no tenéis a nadie que nos ayude a comprar los materiales? ¿Una ayuda por parte del Gobierno o algo?
Pues no, la verdad, no recibimos ayuda de parte de nadie, sabes. Ni por parte del Gobierno por lo de la brecha ni por los barcos que llegan y te destrozan todo y claro, tú te apañas con lo que tienes y te buscas la vida.
Mujer 1:
Los cayucos salen a pescar fuera durante 7 días y no traen nada de pescado. Y claro, antes nuestros padres, cuando iban a trabajar, se iban por la mañana sobre las 6:00 H de la mañana volvía por la tarde y traían muchísimo pescado.
¿Y hasta hoy en día no os han dado, ni os han dicho nada?
Pues no, no hubo un seguimiento de nuestra situación ni nada. aquí estamos teniendo la esperanza en Dios y lo único que queremos es que nos solucionen la brecha y que los marineros puedan trabajar en pescados y que nosotras como mujeres, podamos venderlos.
Mujer 3:
El problema de la brecha nos está afectando mucho. Vemos cómo nuestro futuro se está arruinando. Sacrificamos nuestras mañanas temprano para ir a la costa y poder recibir a los marineros o recolectar el pescado e intentar venderlo. Tenemos fe en Dios, pero el problema de la brecha, ¡uff!, madre mía, es brutal. Además, no os podéis imaginar la cantidad de personas que han muerto. La culpa es de la apertura de la brecha. Lo único que queremos es que la reparen para que los marineros puedan ir a trabajar sin dificultad y sin riesgo. Y si esto llegase a pasar, estaríamos súper contentos y agradecidos. Los marineros trabajan con su propia voluntad y esfuerzo, sabiendo los riesgos que corren, y claro, nuestro deseo es que reparen la brecha para evitar más pérdidas de vidas.
¿A qué se dedicaban antes de la llegada de la brecha?
: Somos pescadoras. El mar es nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Dependemos obviamente de los marineros para que traigan pescado. A veces trabajamos y a veces no. Antes de la llegada de la brecha, los marineros traían pescado, nosotras lo compramos y vendemos. Nos movíamos para poder venderlos, pero ahora, a veces trabajamos y a veces no. Claro, cuando el mar se pone peligroso debido a las erosiones costeras más la brecha, los marineros no pueden trabajar sin riesgo de morir. Algunas veces mueren hasta tres personas al día, dependiendo de quiénes vayan. La cantidad de personas que han muerto a causa de la brecha es alucinante.
Nosotras, como mujeres, solo tenemos la pesca, no tenemos otra opción. Me levanto para ir a trabajar a las 5:00 a. m., después de la hora del rezo, y regreso a las 12:00 a. m. Es lo que sabemos, lo que nos han enseñado nuestras madres. Somos una tradición de mujeres empoderadas y trabajadoras.
¿Cuál crees que es la solución a vuestro problema? ¿Existen otras posibles soluciones además de la reparación de la brecha?
Si se me ofrece un trabajo legal, estoy dispuesta a trabajar en cualquier campo, siempre y cuando sea digno, ya que me criaron en una familia muy trabajadora. Desde pequeña he sido muy trabajadora y me han inculcado la ideología de una mujer empoderada que no depende de nadie.
Cuando nos avisaban de que el mar iba a estar peligroso debido a la brecha, los marineros, obviamente, no podían trabajar porque corrían el riesgo de morir. Nosotras no teníamos pescado para vender y teníamos que comprarlo a empresas que lo almacenaban y lo vendían a precios elevados. Eso reducía nuestros beneficios. Algunas familias no podían permitirse esos precios, así que nos apoyamos entre mujeres y pedimos préstamos. Nos ayudamos económicamente para vender cosas en la calle, comida o cualquier cosa para sobrevivir.
Mujer 4:
Creo que la solución a esta problemática es que tomen medidas y arreglen la brecha de una vez para que nuestros familiares y nuestros hijos marineros puedan trabajar con tranquilidad y volver a nuestras rutinas día a día como marineros y pescadores que somos.
Ibrahima Gueye:
Es muy difícil sacar a los marineros de Guet Ndarr porque no se quieren ir de aquí, quieren estar cerca de su familia y sus casas y entonces yo creo que como solución a toda esta problemática es que nos arreglen la brecha para que nosotros como marineros podamos pasar por ahí con tranquilidad, sin correr ningún riesgo, también que nos bajen el precio de Del gasoil, porque es que esto está carísimo.
Agricultura y biodiversidad PNLDB
CAMBIOS BIODIVERSIDAD (PECES AVES). En parte de ecosistemas – ENTREVISTA MOUSSA. CAPA FREÁTICA, SALINIZACIÓN. No existe agricultura (DIATTA). Aparece marisco. [AQUÍ HABLAR DE NUEVOS OFICIOS??]Cultivos de sal. (Presa a 200 km). Efectos propios del cambio climático, acelerados por presa + brecha.
Otro de los medios de vida más populares de la región, la agricultura, también se ha visto negativamente impactado. Desde el momento en el que se abrió la brecha y el agua del mar empezó a entrar en lo que era el curso fluvial del río Senegal, toda esta agua con menor salinidad que nutría a las tierras ribereñas para cultivar sufrió alteraciones en su composición. Así, mucha gente que cultivaba en la Langue de Barbarie durante la temporada de lluvias dejó de poder hacerlo, se perdieron muchas tierras y la gente se vio obligada a emigrar al interior para producir.
“Actualmente tenemos escasos terrenos para trabajar, Gandiol solía tener terrenos para cultivos y pesca. Las consecuencias de la brecha han afectado gravemente a nuestra comunidad.” dice apesadumbrada Fatou Khol, presidenta del Grupo de Interés Económico (GIE) del pueblo de Muite y ecoguarda del Parque Nacional Langue de Barbarie. “Las mujeres han estado haciendo un gran esfuerzo. Antes solían trabajar en la agricultura y cosechaban productos como patatas, repollo, sandías, etc. Sin embargo, debido a la brecha, muchas de estas actividades ya no son posibles”, declara Fatou Khol.
IMÁGENES AÉREAS CULTIVOS/ENTORNO + RECURSOS FATOU KHOL
Por su parte, Moussa Niang, ecoguarda del Parque Nacional de la Langue de Barbarie, explica que toda esta zona fue reconocida como Parque Nacional hace casi medio siglo con el objetivo de protegerla como área de puesta de huevos de tortugas marinas, ya que es una de las pocas zonas costeras a las que todavía regresan estos animales para desovar en Senegal. Además, el Parque sirve de parada y lugar de resguardo para multitud de aves que se desplazan entre África y Europa de manera estacional.
Aunque a priori las consecuencias de los cambios en el entorno puedan parecer negativas, el ecoguarda incide en que también ha habido impactos positivos en el territorio. Como muestra de ellos, menciona que a nivel medioambiental se ha conseguido que, gracias a la brecha, los niveles de agua en el entorno del parque sean más altos y las lagunas estén siempre llenas, favoreciendo la recuperación de manglares y que han ido apareciendo “nuevas franjas de arena” que los pájaros han colonizado poco a poco. “Hay aspectos positivos y negativos, eso depende de la persona que te hable”, resume.
“Lo único que podemos hacer es adaptarnos”, agrega Niang, que cita expresamente la palabra “resiliencia” como filosofía para encarar esta situación y que aboga por “dejar que la naturaleza haga por sí misma”, ya que “los jefes de aldea han dicho que estos son fenómenos que siempre han existido, que la gente siempre los ha vivido. La brecha empezaba de manera natural en Gandiol y terminaba en la parte sur. Estos son fenómenos naturales. Esa es la única solución”.
Desde un punto de vista académico o científico este parece ser el consenso: dejar actuar a la naturaleza. “La apertura de la brecha es una decisión política para arreglar una cuestión concreta en una zona un poco frágil”, manifiesta Diatta, que liga todos los efectos que se están viviendo en este territorio a los efectos del cambio climático e incide en que intervenciones de este estilo no han hecho más que agravarlos y acelerarlos. “Por lo que a mí respecta, llegué a la conclusión de que el Estado debería intentar trasladar a la población un poco hacia el interior y dejar que la naturaleza, dada la particularidad de la zona, haga realmente su trabajo. Y luego ya veremos cómo adaptarnos a ello”.
Una decisión que supone dejar que el mar se trague más viviendas, pero que ve más realista que intentar calmar, orientar y manejar fenómenos imposibles de controlar. “No sabemos, no podemos predecir lo que la naturaleza nos va a dar. Tal vez se produzcan otros fenómenos. Es decir, tal vez veamos que la playa se amplía o tal vez veamos que la naturaleza sigue erosionando la playa. No lo sabemos, así que en este caso es mejor observar”, concluye.
Este análisis más frío choca con las realidades de las personas que han ido perdiendo sus hogares y sus puestos de trabajo como causa directa del avance de la brecha y las alteraciones en el entorno.
REFUGIADOS CLIMÁTICOS!!
BLOQUE REFUGIADOS: GENTE QUE PIERDE MEDIO DE VIDA (ENTREVISTA FATOU). GUET NDAR – APORTACIONES (PIROGUES). Barrio volcado sobre el mar.
Mujer 1:
Pues fue súper duro, súper duro, pues nos llevaron al campo de refugiados. Y estuvimos allí, pues durante varios meses, la verdad, no teníamos baños en el campo de refugiados, imagínate. Había veces que por la noche enfermamos y no teníamos quien nos pudiese llevar al hospital. O sea, no tenemos coche y si teníamos ganas de hacer pis, nos aguantamos hasta la noche o hasta cuando pudiésemos ir a hacer. Y claro, primero nos llevaron a una escuela y luego nos trasladaron a Kharr Yallah y la verdad es que ahí no estábamos tarnquilxs ya que no parabas de sobrepensar las cosas, de qué va a ser en de mi vida, mi familia… Porque claro, dónde estábamos, pues como era una especie de mini desierto, no podía suponer lo que podía pasar. Entonces estabas todo el rato inquieto en si va a pasar algo si no va a pasar nada.
¿Y por qué decidiste tú y tu familia volver a Guet Narr?
Pues porque las condiciones eran muy duras. Y todo lo que nos han prometido, pues no hemos visto nada de eso y claro, pues hemos decidido volver a nuestras casas destrozadas y a ver si recibimos alguna ayuda o buscamos otras soluciones para poder salir de la situación en la que estábamos viviendo.
Pues claro, si estuviésemos en buenas condiciones o nos llevasen a sitios en donde nos puedan satisfacer nuestras necesidades básicas, pues estaría bien, pero es que no teníamos ni alimentación suficiente ni nada en relación a nuestras necesidades básicas. Además de que en las tiendas de campaña del campo de refugiados hacía un calor terrible, no teníamos agua, comprabas hielo para poder obtener agua fría y en nada se calentaba, ya que hacía muchísimo calor. Además de que no teníamos poder adquisitivo, ya que lo que aquí en Guet Narr cuesta 10 céntimos, pues allí (Kharr Yallah) costaba 50 o 60 céntimos.
mujer 2:
¿Y bueno, cuando el mar se comió vuestra casa, vosotros os fuisteis al campo de refugiados, o os quedasteis aquí?
Pues no, nosotros no hemos ido al campo de refugiados porque no cabemos ahí, ya que hay muchas familias allí. Entonces hemos decidido quedarnos en lo que nos quedó de nuestra casa. Nuestra casa , que esta a cachos.
Pues la verdad, yo o sea yo y todas nosotras nos conformamos con que nos lleven a un sitio en el que estemos, pues en buenas condiciones, porque es que estamos súper cansados con el tema de la brecha , con que no tomen medidas, entonces pues eso, nosotras nos conformamos con cualquier cosa. Pero siempre y cuando estemos en buenas condiciones.
DECLARACIONES/NOTAS:
Cuando hablamos del cambio climático, yo
me pregunto si la brecha es el resultado de este cambio o de la intervención del
estado. Los efectos negativos son significativos, especialmente en términos de
erosiones costeras y la salinización del río.
protección del parque se volvió mas complicada (Ile aux ouiseaux): perturbaciones en las migraciones, daños (diatta)
→ Moussa: aspectos positivos: cercanía de la brecha para ir a pescar, ostras, lagunas, regeneraciones naturales, nuevas franjas de arena, reproducciones de pájaros.
Doun Baba Dieye (ahora están en Diol Mbab): cuando se abrió el canal enseguida se salinizó el agua y afectó gravemente la agricultura; luego la subida del nivel del mar afecto gravemente a la habitabilidad del pueblo.
Antes había mucha agua dulce, si no querías partir a pescar, ibas a trabajar el campo, pero ahora como toda el agua es salada ya no se puede hacer nada…
PROFE UNI advierte de que el mar no se va a tragar St-Louis (olas entran en diagonal, no de frente y por efectos de la corriente no hay problema).
DATOS
Doune Baba Dieye – 800 personas. 2003 – lluvias y crecida del río Senegal. Doune Baba Dieye pescaban en lago del propio río.
Nuevo dique en St Louis – Empresa francesa Eiffage. Anterior muro – 1930. Construido por colonizadores franceses para proteger a la ciudad de las inclemencias del mar. St. Louis urbe más amenazada por la crecida del nivel del mar según la ONU
10.000 vecinos de Guet Ndar convertidos en refugiados climáticos – Khar Yalla
CHIEF: siembra coníferas. Fijan suelo, impiden que el mar se lleve toda la arena y ayudan a desalinizar.
DIOUGOP: ubicación de nuevo campamento de refugiados (donde grabamos)
IDEAS
Infografía brecha: mostrar sitio nueva apertura, anterior y lugares afectados (Gandiol, Doune Baba Dieye, Guet Ndar)
FORMATO
Subir, dar protagonismo entrevista refugiada (Fatou Sy)
Las previsiones de las a
La población de la zona aclara que este tipo de alteraciones entre el río y el océano han sido más o menos frecuentes a lo largo de la historia. Generaciones anteriores han sido testimonio de otras brechas surgidas de forma natural. Toda la desembocadura del río Senegal es un enorme delta irregular, repleto de manglares, islas y marismas, sin embargo, por primera vez, la intervención humana ha alterado los ritmos de la naturaleza en esta zona tan biodiversa y vulnerable.
El ecosistema ha cambiado completamente debido a la paulatina salinización del agua dulce, que ha echado a perder la agricultura que se practicaba en los campos regados por el río. Estos años, la navegación y la pesca en el entorno también se han visto gravemente afectadas. Así, la brecha ha condicionado los dos principales medios de vida de la zona provocando que mucha gente pierda sus trabajos y emigre a otros lugares, a menudo poniendo en riesgo sus vidas en travesías en cayuco de varios días para faenar en otros países como Guinea-Bissau o directamente poniendo rumbo a navegar la distancia que les separa del territorio europeo más cercano: las Islas Canarias.
Además, la barrera de arena protegía a los pueblos del océano, por tanto, en cuando se abrió la brecha esta zona densamente poblada quedó a la merced del mar: dos pueblos han desaparecido engullidos por la subida del nivel del mar, miles de personas han tenido que abandonar sus hogares, muchas se han desplazado y asentado en otros pueblos y otras aún viven en campamentos de refugiados cerca de Saint Louis.
DESAPARICIÓN DE DOUNE BABA DIÈYE:
La intervención no estuvo exenta de polémica y contestación. “Advertí de que la apertura de la brecha podría tener efectos más amplios de lo que se esperaba”, recuerda Elage Ameth Sène Diagne, chief du village de Doune Baba Dièye, un pueblo ubicado en una de las múltiples islas que forman parte del Parque Nacional Langue de Barbarie y que terminó hundido por el avance del agua tras los cambios en la zona experimentados a raíz de la apertura de la brecha.
Durante sus explicaciones, Sène Diagne no deja de enfatizar que, ya en su momento, él recalcó que no era necesaria una solución tan drástica para evitar que la ciudad de Saint-Louis se inundase y que fue el clasismo lo que frenó que su voz fuese atendida. “Me preguntaron cómo podía saberlo, si tenía algún diploma o certificación que respaldara mis afirmaciones. Les expliqué que mi conocimiento estaba basado en mi experiencia en asuntos relacionados con las aguas del mar”, relata.
Hoy vive junto a su familia en un nuevo pueblo, a una distancia no demasiado grande de su anterior hogar, del que ya no quedan apenas restos visibles, casi todo está ya sumergido, a excepción de las ruinas de algunas casas y de la copa del árbol que presidía la plaza central, donde ahora descansan las aves pescadoras mientras otean la superficie del río en busca de algún pez despistado. Lo que era Doune Baba Dièye ya no existe. En 2007 los efectos de la brecha empezaron a notarse en la zona y los esfuerzos para frenar su avance apenas permitieron mitigar la velocidad a la que el agua se tragó las viviendas. Más de 500 personas se quedaron sin hogar y sin trabajo, lo que forzó a muchos de ellos a migrar a otros lugares, aunque hoy el nuevo pueblo ya muestre vida.
“Lo más duro de tener que abandonar nuestro pueblo fue dejar atrás el estilo de vida único que teníamos. El ambiente, el ritmo de vida y la disciplina que compartíamos como habitantes del pueblo eran incomparables y no se encontraban en ningún otro lugar”, declara, apenado, Sène Diagne, que fue el último de todos sus vecinos en dejar su pueblo, ya que se quedó al cuidado de los cementerios donde estaban enterrados sus antepasados.
En el ámbito académico también existen voces críticas contra la apertura de la brecha en la Langue de Barbarie y la gestión posterior del desplazamiento de poblaciones. Ibrahim Diatta, geógrafo de la universidad Gaston Berger de Saint Louis, expone que las consecuencias de esta apertura, al principio, estaban directamente ligadas a “una cuestión de seguridad, porque la erosión costera supuso que pueblos desaparecieran, esto significa que la gente, con sus casas y la memoria colectiva de los cementerios, todo desapareció, tragado por las aguas. Fue un gran shock.” Además, también recalca que la apertura de este canal trajo consigo una “enorme cantidad de daños y deterioros” en Gandiol, una localidad situada varios kilómetros al sur y que fue la primera en experimentar los efectos de la brecha.
DAÑOS EN GANDIOL:
Casas arrasadas y hasta un hotel medio derruido presiden ahora la primera línea de costa en Gandiol, desde cuya playa se puede ver cómo las corrientes vuelven a dar forma a la lengua de arena antes mutilada y van desplazando la brecha hacia el sur, camino de la desembocadura natural del río Senegal, a donde se prevé que retorne cuando haya concluido su lento pero incesante avance. Un regreso al estado natural de la cuestión que por el camino irá segando vegetación, hábitats de especies vulnerables, refugios de aves migratorias y poniendo en riesgo hogares edificados a escasos metros del mar, como fue el de Diaw Gueye y su familia en el 2017??.
Diaw Gueye es una joven del barrio gandiolés de Pilot Barre, a primera línea de playa, que trabaja como responsable de la biblioteca del centro cultural Aminata en Gandiol. Gueye no perdió la casa en la que vivía con su familia, pero sí se vio obligada a salir de ella durante una semana, en plena crisis cuando la brecha llegó frente a su playa ante la posibilidad de que el mar pudiese acabar por derribar la vivienda en la que habitaban.
“Ha sido un poco difícil para nosotros porque hemos nacido aquí, hemos crecido aquí, y nos tuvimos que ir a vivir con mi tía porque no era seguro quedarse con el mar. Ir allí, viviendo con otra familia, con todas las cosas que tenemos, que tenemos un montón de cosas… Hemos traído todo allí”, declara la joven que también hace hincapié en que la única ayuda que recibieron fue por parte de la ONG local Hahatay, “aquí vino un ministro a preguntar qué necesitamos, se lo dijimos pero no trajeron nada. Volvimos a casa y con nuestros propios medios arreglamos lo que teníamos que arreglar.” Gueye concluye nostálgica que, a consecuencia de la brecha, la vida en Gandiol se ha transformado. “Solo puedo decir que echo de menos lo que solíamos hacer. Por ejemplo, cruzar hasta el mar aquí, justo al lado. Lo echo mucho de menos. Había dos hoteles, ahora no existen”.
A escasa distancia se pueden observar varias ruinas de viviendas que no corrieron la misma suerte. Es el caso de la casa de la abuela de Babakar, joven de 25 años que combina los estudios en la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis con la práctica de la pesca. Situada en el barrio de Pilot, allí vivían sus abuelos y tres de sus tíos con sus respectivas familias, según detalla, más de una quinzena de personas que tuvieron que abandonar su casa para siempre debido a la llegada sin cesar de las olas del mar y los daños causadas por estas. “El mar nos afectó duramente, muy negativamente […]. En el momento en el que el mar llegó a atacar aquí, se vieron obligados a desplazarse y mudarse. El Estado no hizo nada. Fue difícil.” Por suerte, con el paso del tiempo la situación ha ido mejorando y la emergencia ha disminuido. Hoy ya nadie en Pilot teme al paso de la brecha, oculta tras una gruesa barra de arena de nueva creación y que ahora tapa lo que hace unos años era la nueva salida al mar para los pescadores.
PESCA/SOBREPESCA Y MIGRACIÓN:
HABLAR DE SOBREPESCA ZONA (ENLACE) + PROFUNDIZAR MÁS VÍCTIMAS DEL OLEAJE EN LA BRECHE? → MOVIDAS DE BARCOS QUE VUELCAN/INSEGURIDAD BARRA ARENA → ligado a testimonios Guet Ndar??
Pescadores como el hermano de Diaw, el mismo Babakar y muchos vecinos de esta zona, que han crecido con este oficio y que ejercen a bordo de las icónicas pirogues, cayucos tradicionales de madera pintados con colores vivos. Con ellas salen a la mar a faenar, aunque la sobrepesca y los cambios en el ecosistema han reducido de forma importante el número de peces disponibles en las inmediaciones.
La existencia de múltiples lenguas de arena, la profundidad variable del océano en las proximidades de la costa y las corrientes fruto de la combinación del agua del mar con el curso del río, hacen que no sean aguas seguras para la navegación, puesto que es fácil embarrancar y naufragar, lo que ya ha costado numerosas víctimas mortales. Además, como explica el geógrafo de la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis, Ibrahim Diatta, “la navegación se ha complicado debido a que el alto nivel del agua proveniente del mar ha hecho que los bolongs -así se les llama a los canales de agua salada- sean más inestables”. Es por ello que son habituales las salidas hasta la Casamance -territorio senegalés situado cientos de kilómetros al sur- o hasta las costas de Guinea-Bissau, desplazamientos en busca de pesca que duran varios días y que no están exentos de riesgo.
Pape Abou:
Bueno, yo me llamo Pape Abou Ndiaye y soy marinero. Y pues para ir a pescar tenemos que pasar sí o sí por la brecha y la verdad es que nuestro oficio es muy duro porque lo es. Además de que nosotros trabajamos en campañas, durante todo el invierno. Tenemos cayucos grandes y estamos fuera durante varios días, emigramos a otros sitios y cuando volvemos, pues volvemos con bastante pescado, bastantes cajas. Pero claro, de regreso a casa cuando llegas por la brecha y el mar está movido, pues hay la posibilidad de que perdamos todo, si el mar está agitado y no hace buen tiempo el cayuco, puede derrumbarse. Pero bueno, yo lo único que puedo decir es que el caso de la brecha, es muy duro. Lo único que queremos es que nos ayuden a arreglarlo.
Pues depende, porque esto va por campañas, por épocas. Entonces, durante dos meses o tres meses, vamos a trabajar, y es lo que te decía antes. Salimos unos días afuera a pescar, cuando volvemos y el mar está un poco agitado, sube el nivel del agua y todo eso. Entonces, corres el riesgo de sufrir un accidente o de morir, porque obligatoriamente nosotros tenemos que pasar por donde está la brecha para poder ir al agua del mar, a veces se rompen todos los materiales por el camino. Cuando volvemos a casa intentamos arreglar todos estos daños que han sufrido nuestros cayucos y por supuesto enfrentar las desgracias. Y además, no podemos hacer nada porque nosotros somos marineros, sabemos cómo va este oficio, es algo a lo que nos queremos dedicar y bueno. La brecha también es por donde tenemos que pasar para poder ir a pescar. Es la conexión entre el río y el mar. Entonces tenemos que pasar por ahí para poder ir al mar. Entonces, bueno, es lo único que tenemos y queremos que nos lo arreglen.
¿Y en relación a la apertura de la brecha, qué consecuencias negativas hay en relación a vuestro oficio?
Pues esto también se manifiesta en un cúmulo de cosas y claro, depende. A veces hace buen tiempo, salimos fuera. Y cuando volvemos, el mar está un poco movido, y entonces hay barcos que se inundan y pierdes toda la mercancía. Hay mucha gente que muere en esos accidentes, y claro, también se dañan nuestras máquinas de gasoil, entonces se dañan muchos materiales.
Ibrahima Gueye,
Hola, yo me llamo Ibrahima Gueye, soy marinero y mi familia también son marineros. Tengo mi propio barco, lo único que queremos es que nos arreglen la problemática de la brecha, la verdad es lo único que queremos es que nos solucionen esta problemática para que podamos ir a trabajar con tranquilidad y saber que no vamos a correr ningún riesgo. Hace dos meses que mi material para poder trabajar se destrozó por la brecha y esto es muy duro ya que llevas invirtiendo en ello durante muchísimos años para poder obtener tu cayuco.Yo tengo mi propio cayuco, y es todo para mí, porque gracias a tenerlo que me permite ir a trabajar y poder sustentar a mi familia. Y claro que a consecuencias de la brecha de un día a otro, de repente, pues se te destroce tu material y lo que te ha costado tanto construir, pues es muy dura la verdad. Y tampoco podemos dejar este oficio ya que es lo que dominamos y de lo que llevamos trabajando durante muchísimos años. Hay gente que sufre mucho por las consecuencia de la brecha y de situaciones mucho más dura que la mía
No son las únicas rutas que se emprenden desde esta costa, ya que, no mucho más lejos, a una distancia aproximada de un viaje de ida y vuelta a Guinea-Bisáu, están las Islas Canarias. Suelo europeo que abre la posibilidad de la migración marítima como una alternativa ante la falta de oportunidades de futuro en la zona. Esa fue la decisión que tomó el hermano de Diaw Gueye: surcar una ruta que se ha cobrado miles de vidas en los últimos años. Por suerte, el viaje fue exitoso y hoy él “está a gusto” en España, asegura su hermana. “Durante una semana no supimos nada […]. Estuvimos preocupados, la verdad, cuando llegó y llamó por teléfono le preguntamos y nos dijo que todo fue muy bien”, relata.
No obstante, la ruta de África occidental a las Islas Canarias es una de las rutas migratorias más mortales del mundo. La cifra de personas que murieron en este trayecto en el 2022 según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asciende a 559. Mejor dicho, a al menos 559, porque la organización asegura que al ser la recopilación de información un verdadero reto, “los datos deben considerarse como una estimación mínima del verdadero número de vidas perdidas durante la migración”.
La ruta es peligrosa por la longitud del viaje, en el mejor de los casos una semana desde el norte de Senegal, combinada con la innavegabilidad de las embarcaciones y el traicionero Atlántico. Muchos de estos cayucos proceden de Senegal, y, concretamente, de la región de Saint-Louis, de donde parten regularmente embarcaciones con migrantes.
→aqui profundizar un poco más de la cantidad de cayucos, personas que han partido este año concretametne de aqui y como se organizan los pueblos, mujeres, etc.:
Mujer 4:
Hola, buenos días a todos y a todas. La verdad es que estamos hartos de la problemática de la brecha, se han muerto nuestros hijos y familiares, marineros y la brecha es la causa de que ahora haya muchas migraciones a Europa. Nosotras somos hijos e hijas de marineros, así que el mar es todo para nosotras, es nuestra vida. Es tremenda la cantidad de gente que murió a consecuencias de la brecha. Y claro, esto no es normal, nosotros lo que queremos es que nos arreglen la brecha, pero es que no están tomando medidas ni buscando soluciones ni parando esto. Cada quien habla, luego se va, pero nadie te va a venir. Entonces, lo único que queremos es que nos arreglen esta problemática y poder seguir con nuestras vidas, que los mayores puedan ir a trabajar sin riesgos.
¿Qué, antes de la llegada de la brecha, a qué oficios os dedicabais?
Pues nosotras somos pescadoras. Vamos a la costa, compramos los pescados que también los marineros, y luego pues vendemos la mercancía por ahí. Entonces, pues a eso nos dedicamos, pero cuando llegó la brecha, todo esto ha empeorado porque cuando el mar está así movidito, los marineros no pueden trabajar. Y nosotras, como no hay mercancía, pues tampoco.
sobrepesca
Ibrahima Gueye:
¿Y qué diferencias notáis en vuestro oficio antes y después de la brecha?
Pues a ver si hay diferencia, o sea antes ibas a pescar con seguridad, además de que el mar tenía pescado y ahora con todo esto, pues el mar está un poco movido y también está, el problema de los barcos que llegan por aquí y cuando llegan pues rompen nuestros materiales al chocar con nuestros cayucos. Es una situación muy indignante ya que cuesta invertir para poder obtener tus materiales y todo eso, y que de un día a otro venga un barco y pues te destroce tu material o se lleve tus cosas.
Te destrozan las redes o hay unos huecos bastante grandes en ellos y pues te ves obligado a volver a acostar y pues comprar otro buscarte la vida, sabes. Y claro hay una gran diferencia entre un barco y un cayuco, sabes, y no te puedes poner a la altura de un barco, estar quejándote o buscar peleas y claro que no puedes hacer nada, pues te ves obligado a callarte y a buscarte la vida.
Y cuando ocurren todos estos sucesos, ¿no tenéis a nadie que nos ayude a comprar los materiales? ¿Una ayuda por parte del Gobierno o algo?
Pues no, la verdad, no recibimos ayuda de parte de nadie, sabes. Ni por parte del Gobierno por lo de la brecha ni por los barcos que llegan y te destrozan todo y claro, tú te apañas con lo que tienes y te buscas la vida.
Mujer 1:
Los cayucos salen a pescar fuera durante 7 días y no traen nada de pescado. Y claro, antes nuestros padres, cuando iban a trabajar, se iban por la mañana sobre las 6:00 H de la mañana volvía por la tarde y traían muchísimo pescado.
¿Y hasta hoy en día no os han dado, ni os han dicho nada?
Pues no, no hubo un seguimiento de nuestra situación ni nada. aquí estamos teniendo la esperanza en Dios y lo único que queremos es que nos solucionen la brecha y que los marineros puedan trabajar en pescados y que nosotras como mujeres, podamos venderlos.
Mujer 3:
El problema de la brecha nos está afectando mucho. Vemos cómo nuestro futuro se está arruinando. Sacrificamos nuestras mañanas temprano para ir a la costa y poder recibir a los marineros o recolectar el pescado e intentar venderlo. Tenemos fe en Dios, pero el problema de la brecha, ¡uff!, madre mía, es brutal. Además, no os podéis imaginar la cantidad de personas que han muerto. La culpa es de la apertura de la brecha. Lo único que queremos es que la reparen para que los marineros puedan ir a trabajar sin dificultad y sin riesgo. Y si esto llegase a pasar, estaríamos súper contentos y agradecidos. Los marineros trabajan con su propia voluntad y esfuerzo, sabiendo los riesgos que corren, y claro, nuestro deseo es que reparen la brecha para evitar más pérdidas de vidas.
¿A qué se dedicaban antes de la llegada de la brecha?
: Somos pescadoras. El mar es nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Dependemos obviamente de los marineros para que traigan pescado. A veces trabajamos y a veces no. Antes de la llegada de la brecha, los marineros traían pescado, nosotras lo compramos y vendemos. Nos movíamos para poder venderlos, pero ahora, a veces trabajamos y a veces no. Claro, cuando el mar se pone peligroso debido a las erosiones costeras más la brecha, los marineros no pueden trabajar sin riesgo de morir. Algunas veces mueren hasta tres personas al día, dependiendo de quiénes vayan. La cantidad de personas que han muerto a causa de la brecha es alucinante.
Nosotras, como mujeres, solo tenemos la pesca, no tenemos otra opción. Me levanto para ir a trabajar a las 5:00 a. m., después de la hora del rezo, y regreso a las 12:00 a. m. Es lo que sabemos, lo que nos han enseñado nuestras madres. Somos una tradición de mujeres empoderadas y trabajadoras.
¿Cuál crees que es la solución a vuestro problema? ¿Existen otras posibles soluciones además de la reparación de la brecha?
Si se me ofrece un trabajo legal, estoy dispuesta a trabajar en cualquier campo, siempre y cuando sea digno, ya que me criaron en una familia muy trabajadora. Desde pequeña he sido muy trabajadora y me han inculcado la ideología de una mujer empoderada que no depende de nadie.
Cuando nos avisaban de que el mar iba a estar peligroso debido a la brecha, los marineros, obviamente, no podían trabajar porque corrían el riesgo de morir. Nosotras no teníamos pescado para vender y teníamos que comprarlo a empresas que lo almacenaban y lo vendían a precios elevados. Eso reducía nuestros beneficios. Algunas familias no podían permitirse esos precios, así que nos apoyamos entre mujeres y pedimos préstamos. Nos ayudamos económicamente para vender cosas en la calle, comida o cualquier cosa para sobrevivir.
Mujer 4:
Creo que la solución a esta problemática es que tomen medidas y arreglen la brecha de una vez para que nuestros familiares y nuestros hijos marineros puedan trabajar con tranquilidad y volver a nuestras rutinas día a día como marineros y pescadores que somos.
Ibrahima Gueye:
Es muy difícil sacar a los marineros de Guet Ndarr porque no se quieren ir de aquí, quieren estar cerca de su familia y sus casas y entonces yo creo que como solución a toda esta problemática es que nos arreglen la brecha para que nosotros como marineros podamos pasar por ahí con tranquilidad, sin correr ningún riesgo, también que nos bajen el precio de Del gasoil, porque es que esto está carísimo.
Agricultura y biodiversidad PNLDB
CAMBIOS BIODIVERSIDAD (PECES AVES). En parte de ecosistemas – ENTREVISTA MOUSSA. CAPA FREÁTICA, SALINIZACIÓN. No existe agricultura (DIATTA). Aparece marisco. [AQUÍ HABLAR DE NUEVOS OFICIOS??]Cultivos de sal. (Presa a 200 km). Efectos propios del cambio climático, acelerados por presa + brecha.
Otro de los medios de vida más populares de la región, la agricultura, también se ha visto negativamente impactado. Desde el momento en el que se abrió la brecha y el agua del mar empezó a entrar en lo que era el curso fluvial del río Senegal, toda esta agua dulce que nutría a las tierras ribereñas para cultivar sufrió procesos de salinización insólitos. Así, mucha gente que cultivaba en la Langue de Barbarie durante la temporada de lluvias dejó de poder hacerlo, se perdieron muchas tierras y la gente se vio obligada a emigrar al interior para producir.
“Actualmente tenemos escasos terrenos para trabajar, Gandiol solía tener terrenos para cultivos y pesca. Las consecuencias de la brecha han afectado gravemente a nuestra comunidad.” dice apesadumbrada Fatou Khol, presidenta del Grupo de Interés Económico (GIE) del pueblo de Muite y ecoguarda del Parque Nacional Langue de Barbarie. “Las mujeres han estado haciendo un gran esfuerzo. Antes solían trabajar en la agricultura y cosechaban productos como patatas, repollo, sandías, etc. Sin embargo, debido a la brecha, muchas de estas actividades ya no son posibles”, declara Fatou Khol.
Explica Moussa Niang, ecoguarda del Parque Nacional de la Langue de Barbarie, que toda esta zona fue reconocida como Parque Nacional hace casi medio siglo con el objetivo de protegerla como área de puesta de huevos de tortugas marinas, ya que es una de las pocas zonas costeras a las que todavía regresan estos animales para desovar en Senegal. Además, el Parque sirve de parada y lugar de resguardo para multitud de aves que se desplazan entre África y Europa de manera estacional.
Aunque a priori las consecuencias de los cambios en el entorno puedan parecer negativas, el ecoguarda incide en que también ha habido impactos positivos en el territorio. Como muestra de ellos, menciona que a nivel medioambiental se ha conseguido que, gracias a la brecha, los niveles de agua en el entorno del parque sean más altos y las lagunas estén siempre llenas, favoreciendo la recuperación de manglares y que han ido apareciendo “nuevas franjas de arena” que los pájaros han colonizado poco a poco. “Hay aspectos positivos y negativos, eso depende de la persona que te hable”, resume.
Dejar a la naturaleza hacerse y refugiados climáticos
“Lo único que podemos hacer es adaptarnos”, agrega Niang, que cita expresamente la palabra “resiliencia” como filosofía para encarar esta situación y que aboga por “dejar que la naturaleza haga por sí misma”, ya que “los jefes de aldea han dicho que estos son fenómenos que siempre han existido, que la gente siempre los ha vivido. La brecha empezaba de manera natural en Gandiol y terminaba en la parte sur. Estos son fenómenos naturales. Esa es la única solución”.
Desde un punto de vista académico o científico este parece ser el consenso: dejar actuar a la naturaleza. “La apertura de la brecha es una decisión política para arreglar una cuestión concreta en una zona un poco frágil”, manifiesta Diatta, que liga todos los efectos que se están viviendo en este territorio a los efectos del cambio climático e incide en que intervenciones de este estilo no han hecho más que agravarlos y acelerarlos. “Por lo que a mí respecta, llegué a la conclusión de que el Estado debería intentar trasladar a la población un poco hacia el interior y dejar que la naturaleza, dada la particularidad de la zona, haga realmente su trabajo. Y luego ya veremos cómo adaptarnos a ello”.
Una decisión que supone dejar que el mar se trague más viviendas, pero que ve más realista que intentar calmar, orientar y manejar fenómenos imposibles de controlar. “No sabemos, no podemos predecir lo que la naturaleza nos va a dar. Tal vez se produzcan otros fenómenos. Es decir, tal vez veamos que la playa se amplía o tal vez veamos que la naturaleza sigue erosionando la playa. No lo sabemos, así que en este caso es mejor observar”, concluye.
Este análisis más frío choca con las realidades de las personas que han ido perdiendo sus hogares y sus puestos de trabajo como causa directa del avance de la brecha y las alteraciones en el entorno. Además de recalcar el abandono del Estado a la hora de..
REFUGIADOS CLIMÁTICOS!!
BLOQUE REFUGIADOS: GENTE QUE PIERDE MEDIO DE VIDA (ENTREVISTA FATOU). GUET NDAR – APORTACIONES (PIROGUES). Barrio volcado sobre el mar.
Mujer 1:
Pues fue súper duro, súper duro, pues nos llevaron al campo de refugiados. Y estuvimos allí, pues durante varios meses, la verdad, no teníamos baños en el campo de refugiados, imagínate. Había veces que por la noche enfermamos y no teníamos quien nos pudiese llevar al hospital. O sea, no tenemos coche y si teníamos ganas de hacer pis, nos aguantamos hasta la noche o hasta cuando pudiésemos ir a hacer. Y claro, primero nos llevaron a una escuela y luego nos trasladaron a Kharr Yallah y la verdad es que ahí no estábamos tarnquilxs ya que no parabas de sobrepensar las cosas, de qué va a ser en de mi vida, mi familia… Porque claro, dónde estábamos, pues como era una especie de mini desierto, no podía suponer lo que podía pasar. Entonces estabas todo el rato inquieto en si va a pasar algo si no va a pasar nada.
¿Y por qué decidiste tú y tu familia volver a Guet Narr?
Pues porque las condiciones eran muy duras. Y todo lo que nos han prometido, pues no hemos visto nada de eso y claro, pues hemos decidido volver a nuestras casas destrozadas y a ver si recibimos alguna ayuda o buscamos otras soluciones para poder salir de la situación en la que estábamos viviendo.
Pues claro, si estuviésemos en buenas condiciones o nos llevasen a sitios en donde nos puedan satisfacer nuestras necesidades básicas, pues estaría bien, pero es que no teníamos ni alimentación suficiente ni nada en relación a nuestras necesidades básicas. Además de que en las tiendas de campaña del campo de refugiados hacía un calor terrible, no teníamos agua, comprabas hielo para poder obtener agua fría y en nada se calentaba, ya que hacía muchísimo calor. Además de que no teníamos poder adquisitivo, ya que lo que aquí en Guet Narr cuesta 10 céntimos, pues allí (Kharr Yallah) costaba 50 o 60 céntimos.
mujer 2:
¿Y bueno, cuando el mar se comió vuestra casa, vosotros os fuisteis al campo de refugiados, o os quedasteis aquí?
Pues no, nosotros no hemos ido al campo de refugiados porque no cabemos ahí, ya que hay muchas familias allí. Entonces hemos decidido quedarnos en lo que nos quedó de nuestra casa. Nuestra casa , que esta a cachos.
Pues la verdad, yo o sea yo y todas nosotras nos conformamos con que nos lleven a un sitio en el que estemos, pues en buenas condiciones, porque es que estamos súper cansados con el tema de la brecha , con que no tomen medidas, entonces pues eso, nosotras nos conformamos con cualquier cosa. Pero siempre y cuando estemos en buenas condiciones.
DECLARACIONES/NOTAS:
Cuando hablamos del cambio climático, yo
me pregunto si la brecha es el resultado de este cambio o de la intervención del
estado. Los efectos negativos son significativos, especialmente en términos de
erosiones costeras y la salinización del río.
protección del parque se volvió mas complicada (Ile aux ouiseaux): perturbaciones en las migraciones, daños (diatta)
→ Moussa: aspectos positivos: cercanía de la brecha para ir a pescar, ostras, lagunas, regeneraciones naturales, nuevas franjas de arena, reproducciones de pájaros.
Doun Baba Dieye (ahora están en Diol Mbab): cuando se abrió el canal enseguida se salinizó el agua y afectó gravemente la agricultura; luego la subida del nivel del mar afecto gravemente a la habitabilidad del pueblo.
Antes había mucha agua dulce, si no querías partir a pescar, ibas a trabajar el campo, pero ahora como toda el agua es salada ya no se puede hacer nada…
PROFE UNI advierte de que el mar no se va a tragar St-Louis (olas entran en diagonal, no de frente y por efectos de la corriente no hay problema).
DATOS
Doune Baba Dieye – 800 personas. 2003 – lluvias y crecida del río Senegal. Doune Baba Dieye pescaban en lago del propio río.
Nuevo dique en St Louis – Empresa francesa Eiffage. Anterior muro – 1930. Construido por colonizadores franceses para proteger a la ciudad de las inclemencias del mar. St. Louis urbe más amenazada por la crecida del nivel del mar según la ONU
10.000 vecinos de Guet Ndar convertidos en refugiados climáticos – Khar Yalla
CHIEF: siembra coníferas. Fijan suelo, impiden que el mar se lleve toda la arena y ayudan a desalinizar.
DIOUGOP: ubicación de nuevo campamento de refugiados (donde grabamos)
IDEAS
Infografía brecha: mostrar sitio nueva apertura, anterior y lugares afectados (Gandiol, Doune Baba Dieye, Guet Ndar)
FORMATO
Subir, dar protagonismo entrevista refugiada (Fatou Sy)
utoridades que condujeron la operación eran que el exceso de caudal del río se iría por esa desviación. De esta forma, en apenas un par de días, el estrecho canal abierto permitió evacuar el agua que amenazaba con tragarse entera la ciudad histórica de Saint-Louis. Sin embargo, esta minúscula apertura ha tenido consecuencias que van mucho más allá de los objetivos por los que se llevó a cabo aquel día de octubre.
Las dunas marítimas son un ecosistema extremadamente frágil y dinámico y, como cuando un castillo se desmorona ante la subida de la marea, el mar ha ido engullendo más y más arena, ensanchando una apertura que en unos días pasó de los cuatro metros iniciales a medir más de cien. Pronto superó el kilómetro. A día de hoy, mientras continúa desplazándose hacia el sur, su longitud roza los seis kilómetros. Tal es su efecto que la desembocadura habitual del río Senegal se ha cerrado y la propia brecha se ha convertido en el lugar de encuentro de las aguas de este curso fluvial con las del mar.
[VIDEO CON LA EVOLUCIÓN DE LA BRECHA- IMÁGENES GOOGLE EARTH]
La población de la zona aclara que este tipo de alteraciones entre el río y el océano han sido más o menos frecuentes a lo largo de la historia. Generaciones anteriores han sido testimonio de otras brechas surgidas de forma natural. Toda la desembocadura del río Senegal es un enorme delta irregular, repleto de manglares, islas y marismas, sin embargo, por primera vez, la intervención humana ha alterado los ritmos de la naturaleza en esta zona tan biodiversa y vulnerable.
El ecosistema ha cambiado completamente debido a la paulatina salinización del agua dulce, que ha echado a perder la agricultura que se practicaba en los campos regados por el río. Estos años, la navegación y la pesca en el entorno también se han visto gravemente afectadas. Así, la brecha ha condicionado los dos principales medios de vida de la zona provocando que mucha gente pierda sus trabajos y emigre a otros lugares, a menudo poniendo en riesgo sus vidas en travesías en cayuco de varios días para faenar en otros países como Guinea-Bissau o directamente poniendo rumbo a navegar la distancia que les separa del territorio europeo más cercano: las Islas Canarias.
Además, la barrera de arena protegía a los pueblos del océano, por tanto, en cuando se abrió la brecha esta zona densamente poblada quedó a la merced del mar: dos pueblos han desaparecido engullidos por la subida del nivel del mar, miles de personas han tenido que abandonar sus hogares, muchas se han desplazado y asentado en otros pueblos y otras aún viven en campamentos de refugiados cerca de Saint Louis.
DESAPARICIÓN DE DOUNE BABA DIÈYE:
La intervención no estuvo exenta de polémica y contestación. “Advertí de que la apertura de la brecha podría tener efectos más amplios de lo que se esperaba”, recuerda Elage Ameth Sène Diagne, chief du village de Doune Baba Dièye, un pueblo ubicado en una de las múltiples islas que forman parte del Parque Nacional Langue de Barbarie y que terminó hundido por el avance del agua tras los cambios en la zona experimentados a raíz de la apertura de la brecha.
Durante sus explicaciones, Sène Diagne no deja de enfatizar que, ya en su momento, él recalcó que no era necesaria una solución tan drástica para evitar que la ciudad de Saint-Louis se inundase y que fue el clasismo lo que frenó que su voz fuese atendida. “Me preguntaron cómo podía saberlo, si tenía algún diploma o certificación que respaldara mis afirmaciones. Les expliqué que mi conocimiento estaba basado en mi experiencia en asuntos relacionados con las aguas del mar”, relata.
Hoy vive junto a su familia en un nuevo pueblo, a una distancia no demasiado grande de su anterior hogar, del que ya no quedan apenas restos visibles, casi todo está ya sumergido, a excepción de las ruinas de algunas casas y de la copa del árbol que presidía la plaza central, donde ahora descansan las aves pescadoras mientras otean la superficie del río en busca de algún pez despistado. Lo que era Doune Baba Dièye ya no existe. En 2007 los efectos de la brecha empezaron a notarse en la zona y los esfuerzos para frenar su avance apenas permitieron mitigar la velocidad a la que el agua se tragó las viviendas. Más de 500 personas se quedaron sin hogar y sin trabajo, lo que forzó a muchos de ellos a migrar a otros lugares, aunque hoy el nuevo pueblo ya muestre vida.
“Lo más duro de tener que abandonar nuestro pueblo fue dejar atrás el estilo de vida único que teníamos. El ambiente, el ritmo de vida y la disciplina que compartíamos como habitantes del pueblo eran incomparables y no se encontraban en ningún otro lugar”, declara, apenado, Sène Diagne, que fue el último de todos sus vecinos en dejar su pueblo, ya que se quedó al cuidado de los cementerios donde estaban enterrados sus antepasados.
En el ámbito académico también existen voces críticas contra la apertura de la brecha en la Langue de Barbarie y la gestión posterior del desplazamiento de poblaciones. Ibrahim Diatta, geógrafo de la universidad Gaston Berger de Saint Louis, expone que las consecuencias de esta apertura, al principio, estaban directamente ligadas a “una cuestión de seguridad, porque la erosión costera supuso que pueblos desaparecieran, esto significa que la gente, con sus casas y la memoria colectiva de los cementerios, todo desapareció, tragado por las aguas. Fue un gran shock.” Además, también recalca que la apertura de este canal trajo consigo una “enorme cantidad de daños y deterioros” en Gandiol, una localidad situada varios kilómetros al sur y que fue la primera en experimentar los efectos de la brecha.
DAÑOS EN GANDIOL:
Casas arrasadas y hasta un hotel medio derruido presiden ahora la primera línea de costa en Gandiol, desde cuya playa se puede ver cómo las corrientes vuelven a dar forma a la lengua de arena antes mutilada y van desplazando la brecha hacia el sur, camino de la desembocadura natural del río Senegal, a donde se prevé que retorne cuando haya concluido su lento pero incesante avance. Un regreso al estado natural de la cuestión que por el camino irá segando vegetación, hábitats de especies vulnerables, refugios de aves migratorias y poniendo en riesgo hogares edificados a escasos metros del mar, como fue el de Diaw Gueye y su familia en el 2017??.
Diaw Gueye es una joven del barrio gandiolés de Pilot Barre, a primera línea de playa, que trabaja como responsable de la biblioteca del centro cultural Aminata en Gandiol. Gueye no perdió la casa en la que vivía con su familia, pero sí se vio obligada a salir de ella durante una semana, en plena crisis cuando la brecha llegó frente a su playa ante la posibilidad de que el mar pudiese acabar por derribar la vivienda en la que habitaban.
“Ha sido un poco difícil para nosotros porque hemos nacido aquí, hemos crecido aquí, y nos tuvimos que ir a vivir con mi tía porque no era seguro quedarse con el mar. Ir allí, viviendo con otra familia, con todas las cosas que tenemos, que tenemos un montón de cosas… Hemos traído todo allí”, declara la joven que también hace hincapié en que la única ayuda que recibieron fue por parte de la ONG local Hahatay, “aquí vino un ministro a preguntar qué necesitamos, se lo dijimos pero no trajeron nada. Volvimos a casa y con nuestros propios medios arreglamos lo que teníamos que arreglar.” Gueye concluye nostálgica que, a consecuencia de la brecha, la vida en Gandiol se ha transformado. “Solo puedo decir que echo de menos lo que solíamos hacer. Por ejemplo, cruzar hasta el mar aquí, justo al lado. Lo echo mucho de menos. Había dos hoteles, ahora no existen”.
A escasa distancia se pueden observar varias ruinas de viviendas que no corrieron la misma suerte. Es el caso de la casa de la abuela de Babakar, joven de 25 años que combina los estudios en la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis con la práctica de la pesca. Situada en el barrio de Pilot, allí vivían sus abuelos y tres de sus tíos con sus respectivas familias, según detalla, más de una quinzena de personas que tuvieron que abandonar su casa para siempre debido a la llegada sin cesar de las olas del mar y los daños causadas por estas. “El mar nos afectó duramente, muy negativamente […]. En el momento en el que el mar llegó a atacar aquí, se vieron obligados a desplazarse y mudarse. El Estado no hizo nada. Fue difícil.” Por suerte, con el paso del tiempo la situación ha ido mejorando y la emergencia ha disminuido. Hoy ya nadie en Pilot teme al paso de la brecha, oculta tras una gruesa barra de arena de nueva creación y que ahora tapa lo que hace unos años era la nueva salida al mar para los pescadores.
PESCA/SOBREPESCA Y MIGRACIÓN:
HABLAR DE SOBREPESCA ZONA (ENLACE) + PROFUNDIZAR MÁS VÍCTIMAS DEL OLEAJE EN LA BRECHE? → MOVIDAS DE BARCOS QUE VUELCAN/INSEGURIDAD BARRA ARENA → ligado a testimonios Guet Ndar??
Pescadores como el hermano de Diaw, el mismo Babakar y muchos vecinos de esta zona, que han crecido con este oficio y que ejercen a bordo de las icónicas pirogues, cayucos tradicionales de madera pintados con colores vivos. Con ellas salen a la mar a faenar, aunque la sobrepesca y los cambios en el ecosistema han reducido de forma importante el número de peces disponibles en las inmediaciones.
La existencia de múltiples lenguas de arena, la profundidad variable del océano en las proximidades de la costa y las corrientes fruto de la combinación del agua del mar con el curso del río, hacen que no sean aguas seguras para la navegación, puesto que es fácil embarrancar y naufragar, lo que ya ha costado numerosas víctimas mortales. Además, como explica el geógrafo de la Universidad de Gaston Berger de Saint Louis, Ibrahim Diatta, “la navegación se ha complicado debido a que el alto nivel del agua proveniente del mar ha hecho que los bolongs -así se les llama a los canales de agua salada- sean más inestables”. Es por ello que son habituales las salidas hasta la Casamance -territorio senegalés situado cientos de kilómetros al sur- o hasta las costas de Guinea-Bissau, desplazamientos en busca de pesca que duran varios días y que no están exentos de riesgo.
Pape Abou:
Bueno, yo me llamo Pape Abou Ndiaye y soy marinero. Y pues para ir a pescar tenemos que pasar sí o sí por la brecha y la verdad es que nuestro oficio es muy duro porque lo es. Además de que nosotros trabajamos en campañas, durante todo el invierno. Tenemos cayucos grandes y estamos fuera durante varios días, emigramos a otros sitios y cuando volvemos, pues volvemos con bastante pescado, bastantes cajas. Pero claro, de regreso a casa cuando llegas por la brecha y el mar está movido, pues hay la posibilidad de que perdamos todo, si el mar está agitado y no hace buen tiempo el cayuco, puede derrumbarse. Pero bueno, yo lo único que puedo decir es que el caso de la brecha, es muy duro. Lo único que queremos es que nos ayuden a arreglarlo.
Pues depende, porque esto va por campañas, por épocas. Entonces, durante dos meses o tres meses, vamos a trabajar, y es lo que te decía antes. Salimos unos días afuera a pescar, cuando volvemos y el mar está un poco agitado, sube el nivel del agua y todo eso. Entonces, corres el riesgo de sufrir un accidente o de morir, porque obligatoriamente nosotros tenemos que pasar por donde está la brecha para poder ir al agua del mar, a veces se rompen todos los materiales por el camino. Cuando volvemos a casa intentamos arreglar todos estos daños que han sufrido nuestros cayucos y por supuesto enfrentar las desgracias. Y además, no podemos hacer nada porque nosotros somos marineros, sabemos cómo va este oficio, es algo a lo que nos queremos dedicar y bueno. La brecha también es por donde tenemos que pasar para poder ir a pescar. Es la conexión entre el río y el mar. Entonces tenemos que pasar por ahí para poder ir al mar. Entonces, bueno, es lo único que tenemos y queremos que nos lo arreglen.
¿Y en relación a la apertura de la brecha, qué consecuencias negativas hay en relación a vuestro oficio?
Pues esto también se manifiesta en un cúmulo de cosas y claro, depende. A veces hace buen tiempo, salimos fuera. Y cuando volvemos, el mar está un poco movido, y entonces hay barcos que se inundan y pierdes toda la mercancía. Hay mucha gente que muere en esos accidentes, y claro, también se dañan nuestras máquinas de gasoil, entonces se dañan muchos materiales.
Ibrahima Gueye,
Hola, yo me llamo Ibrahima Gueye, soy marinero y mi familia también son marineros. Tengo mi propio barco, lo único que queremos es que nos arreglen la problemática de la brecha, la verdad es lo único que queremos es que nos solucionen esta problemática para que podamos ir a trabajar con tranquilidad y saber que no vamos a correr ningún riesgo. Hace dos meses que mi material para poder trabajar se destrozó por la brecha y esto es muy duro ya que llevas invirtiendo en ello durante muchísimos años para poder obtener tu cayuco.Yo tengo mi propio cayuco, y es todo para mí, porque gracias a tenerlo que me permite ir a trabajar y poder sustentar a mi familia. Y claro que a consecuencias de la brecha de un día a otro, de repente, pues se te destroce tu material y lo que te ha costado tanto construir, pues es muy dura la verdad. Y tampoco podemos dejar este oficio ya que es lo que dominamos y de lo que llevamos trabajando durante muchísimos años. Hay gente que sufre mucho por las consecuencia de la brecha y de situaciones mucho más dura que la mía
No son las únicas rutas que se emprenden desde esta costa, ya que, no mucho más lejos, a una distancia aproximada de un viaje de ida y vuelta a Guinea-Bisáu, están las Islas Canarias. Suelo europeo que abre la posibilidad de la migración marítima como una alternativa ante la falta de oportunidades de futuro en la zona. Esa fue la decisión que tomó el hermano de Diaw Gueye: surcar una ruta que se ha cobrado miles de vidas en los últimos años. Por suerte, el viaje fue exitoso y hoy él “está a gusto” en España, asegura su hermana. “Durante una semana no supimos nada […]. Estuvimos preocupados, la verdad, cuando llegó y llamó por teléfono le preguntamos y nos dijo que todo fue muy bien”, relata.
No obstante, la ruta de África occidental a las Islas Canarias es una de las rutas migratorias más mortales del mundo. La cifra de personas que murieron en este trayecto en el 2022 según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asciende a 559. Mejor dicho, a al menos 559, porque la organización asegura que al ser la recopilación de información un verdadero reto, “los datos deben considerarse como una estimación mínima del verdadero número de vidas perdidas durante la migración”.
La ruta es peligrosa por la longitud del viaje, en el mejor de los casos una semana desde el norte de Senegal, combinada con la innavegabilidad de las embarcaciones y el traicionero Atlántico. Muchos de estos cayucos proceden de Senegal, y, concretamente, de la región de Saint-Louis, de donde parten regularmente embarcaciones con migrantes.
→aqui profundizar un poco más de la cantidad de cayucos, personas que han partido este año concretametne de aqui y como se organizan los pueblos, mujeres, etc.:
Mujer 4:
Hola, buenos días a todos y a todas. La verdad es que estamos hartos de la problemática de la brecha, se han muerto nuestros hijos y familiares, marineros y la brecha es la causa de que ahora haya muchas migraciones a Europa. Nosotras somos hijos e hijas de marineros, así que el mar es todo para nosotras, es nuestra vida. Es tremenda la cantidad de gente que murió a consecuencias de la brecha. Y claro, esto no es normal, nosotros lo que queremos es que nos arreglen la brecha, pero es que no están tomando medidas ni buscando soluciones ni parando esto. Cada quien habla, luego se va, pero nadie te va a venir. Entonces, lo único que queremos es que nos arreglen esta problemática y poder seguir con nuestras vidas, que los mayores puedan ir a trabajar sin riesgos.
¿Qué, antes de la llegada de la brecha, a qué oficios os dedicabais?
Pues nosotras somos pescadoras. Vamos a la costa, compramos los pescados que también los marineros, y luego pues vendemos la mercancía por ahí. Entonces, pues a eso nos dedicamos, pero cuando llegó la brecha, todo esto ha empeorado porque cuando el mar está así movidito, los marineros no pueden trabajar. Y nosotras, como no hay mercancía, pues tampoco.
sobrepesca
Ibrahima Gueye:
¿Y qué diferencias notáis en vuestro oficio antes y después de la brecha?
Pues a ver si hay diferencia, o sea antes ibas a pescar con seguridad, además de que el mar tenía pescado y ahora con todo esto, pues el mar está un poco movido y también está, el problema de los barcos que llegan por aquí y cuando llegan pues rompen nuestros materiales al chocar con nuestros cayucos. Es una situación muy indignante ya que cuesta invertir para poder obtener tus materiales y todo eso, y que de un día a otro venga un barco y pues te destroce tu material o se lleve tus cosas.
Te destrozan las redes o hay unos huecos bastante grandes en ellos y pues te ves obligado a volver a acostar y pues comprar otro buscarte la vida, sabes. Y claro hay una gran diferencia entre un barco y un cayuco, sabes, y no te puedes poner a la altura de un barco, estar quejándote o buscar peleas y claro que no puedes hacer nada, pues te ves obligado a callarte y a buscarte la vida.
Y cuando ocurren todos estos sucesos, ¿no tenéis a nadie que nos ayude a comprar los materiales? ¿Una ayuda por parte del Gobierno o algo?
Pues no, la verdad, no recibimos ayuda de parte de nadie, sabes. Ni por parte del Gobierno por lo de la brecha ni por los barcos que llegan y te destrozan todo y claro, tú te apañas con lo que tienes y te buscas la vida.
Mujer 1:
Los cayucos salen a pescar fuera durante 7 días y no traen nada de pescado. Y claro, antes nuestros padres, cuando iban a trabajar, se iban por la mañana sobre las 6:00 H de la mañana volvía por la tarde y traían muchísimo pescado.
¿Y hasta hoy en día no os han dado, ni os han dicho nada?
Pues no, no hubo un seguimiento de nuestra situación ni nada. aquí estamos teniendo la esperanza en Dios y lo único que queremos es que nos solucionen la brecha y que los marineros puedan trabajar en pescados y que nosotras como mujeres, podamos venderlos.
Mujer 3:
El problema de la brecha nos está afectando mucho. Vemos cómo nuestro futuro se está arruinando. Sacrificamos nuestras mañanas temprano para ir a la costa y poder recibir a los marineros o recolectar el pescado e intentar venderlo. Tenemos fe en Dios, pero el problema de la brecha, ¡uff!, madre mía, es brutal. Además, no os podéis imaginar la cantidad de personas que han muerto. La culpa es de la apertura de la brecha. Lo único que queremos es que la reparen para que los marineros puedan ir a trabajar sin dificultad y sin riesgo. Y si esto llegase a pasar, estaríamos súper contentos y agradecidos. Los marineros trabajan con su propia voluntad y esfuerzo, sabiendo los riesgos que corren, y claro, nuestro deseo es que reparen la brecha para evitar más pérdidas de vidas.
¿A qué se dedicaban antes de la llegada de la brecha?
: Somos pescadoras. El mar es nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Dependemos obviamente de los marineros para que traigan pescado. A veces trabajamos y a veces no. Antes de la llegada de la brecha, los marineros traían pescado, nosotras lo compramos y vendemos. Nos movíamos para poder venderlos, pero ahora, a veces trabajamos y a veces no. Claro, cuando el mar se pone peligroso debido a las erosiones costeras más la brecha, los marineros no pueden trabajar sin riesgo de morir. Algunas veces mueren hasta tres personas al día, dependiendo de quiénes vayan. La cantidad de personas que han muerto a causa de la brecha es alucinante.
Nosotras, como mujeres, solo tenemos la pesca, no tenemos otra opción. Me levanto para ir a trabajar a las 5:00 a. m., después de la hora del rezo, y regreso a las 12:00 a. m. Es lo que sabemos, lo que nos han enseñado nuestras madres. Somos una tradición de mujeres empoderadas y trabajadoras.
¿Cuál crees que es la solución a vuestro problema? ¿Existen otras posibles soluciones además de la reparación de la brecha?
Si se me ofrece un trabajo legal, estoy dispuesta a trabajar en cualquier campo, siempre y cuando sea digno, ya que me criaron en una familia muy trabajadora. Desde pequeña he sido muy trabajadora y me han inculcado la ideología de una mujer empoderada que no depende de nadie.
Cuando nos avisaban de que el mar iba a estar peligroso debido a la brecha, los marineros, obviamente, no podían trabajar porque corrían el riesgo de morir. Nosotras no teníamos pescado para vender y teníamos que comprarlo a empresas que lo almacenaban y lo vendían a precios elevados. Eso reducía nuestros beneficios. Algunas familias no podían permitirse esos precios, así que nos apoyamos entre mujeres y pedimos préstamos. Nos ayudamos económicamente para vender cosas en la calle, comida o cualquier cosa para sobrevivir.
Mujer 4:
Creo que la solución a esta problemática es que tomen medidas y arreglen la brecha de una vez para que nuestros familiares y nuestros hijos marineros puedan trabajar con tranquilidad y volver a nuestras rutinas día a día como marineros y pescadores que somos.
Ibrahima Gueye:
Es muy difícil sacar a los marineros de Guet Ndarr porque no se quieren ir de aquí, quieren estar cerca de su familia y sus casas y entonces yo creo que como solución a toda esta problemática es que nos arreglen la brecha para que nosotros como marineros podamos pasar por ahí con tranquilidad, sin correr ningún riesgo, también que nos bajen el precio de Del gasoil, porque es que esto está carísimo.
Agricultura y biodiversidad PNLDB
CAMBIOS BIODIVERSIDAD (PECES AVES). En parte de ecosistemas – ENTREVISTA MOUSSA. CAPA FREÁTICA, SALINIZACIÓN. No existe agricultura (DIATTA). Aparece marisco. [AQUÍ HABLAR DE NUEVOS OFICIOS??]Cultivos de sal. (Presa a 200 km). Efectos propios del cambio climático, acelerados por presa + brecha.
Otro de los medios de vida más populares de la región, la agricultura, también se ha visto negativamente impactado. Desde el momento en el que se abrió la brecha y el agua del mar empezó a entrar en lo que era el curso fluvial del río Senegal, toda esta agua dulce que nutría a las tierras ribereñas para cultivar sufrió procesos de salinización insólitos. Así, mucha gente que cultivaba en la Langue de Barbarie durante la temporada de lluvias dejó de poder hacerlo, se perdieron muchas tierras y la gente se vio obligada a emigrar al interior para producir.
“Actualmente tenemos escasos terrenos para trabajar, Gandiol solía tener terrenos para cultivos y pesca. Las consecuencias de la brecha han afectado gravemente a nuestra comunidad.” dice apesadumbrada Fatou Khol, presidenta del Grupo de Interés Económico (GIE) del pueblo de Muite y ecoguarda del Parque Nacional Langue de Barbarie. “Las mujeres han estado haciendo un gran esfuerzo. Antes solían trabajar en la agricultura y cosechaban productos como patatas, repollo, sandías, etc. Sin embargo, debido a la brecha, muchas de estas actividades ya no son posibles”, declara Fatou Khol.
Explica Moussa Niang, ecoguarda del Parque Nacional de la Langue de Barbarie, que toda esta zona fue reconocida como Parque Nacional hace casi medio siglo con el objetivo de protegerla como área de puesta de huevos de tortugas marinas, ya que es una de las pocas zonas costeras a las que todavía regresan estos animales para desovar en Senegal. Además, el Parque sirve de parada y lugar de resguardo para multitud de aves que se desplazan entre África y Europa de manera estacional.
Aunque a priori las consecuencias de los cambios en el entorno puedan parecer negativas, el ecoguarda incide en que también ha habido impactos positivos en el territorio. Como muestra de ellos, menciona que a nivel medioambiental se ha conseguido que, gracias a la brecha, los niveles de agua en el entorno del parque sean más altos y las lagunas estén siempre llenas, favoreciendo la recuperación de manglares y que han ido apareciendo “nuevas franjas de arena” que los pájaros han colonizado poco a poco. “Hay aspectos positivos y negativos, eso depende de la persona que te hable”, resume.
Dejar a la naturaleza hacerse y refugiados climáticos
“Lo único que podemos hacer es adaptarnos”, agrega Niang, que cita expresamente la palabra “resiliencia” como filosofía para encarar esta situación y que aboga por “dejar que la naturaleza haga por sí misma”, ya que “los jefes de aldea han dicho que estos son fenómenos que siempre han existido, que la gente siempre los ha vivido. La brecha empezaba de manera natural en Gandiol y terminaba en la parte sur. Estos son fenómenos naturales. Esa es la única solución”.
Desde un punto de vista académico o científico este parece ser el consenso: dejar actuar a la naturaleza. “La apertura de la brecha es una decisión política para arreglar una cuestión concreta en una zona un poco frágil”, manifiesta Diatta, que liga todos los efectos que se están viviendo en este territorio a los efectos del cambio climático e incide en que intervenciones de este estilo no han hecho más que agravarlos y acelerarlos. “Por lo que a mí respecta, llegué a la conclusión de que el Estado debería intentar trasladar a la población un poco hacia el interior y dejar que la naturaleza, dada la particularidad de la zona, haga realmente su trabajo. Y luego ya veremos cómo adaptarnos a ello”.
Una decisión que supone dejar que el mar se trague más viviendas, pero que ve más realista que intentar calmar, orientar y manejar fenómenos imposibles de controlar. “No sabemos, no podemos predecir lo que la naturaleza nos va a dar. Tal vez se produzcan otros fenómenos. Es decir, tal vez veamos que la playa se amplía o tal vez veamos que la naturaleza sigue erosionando la playa. No lo sabemos, así que en este caso es mejor observar”, concluye.
Este análisis más frío choca con las realidades de las personas que han ido perdiendo sus hogares y sus puestos de trabajo como causa directa del avance de la brecha y las alteraciones en el entorno. Además de recalcar el abandono del Estado a la hora de..
REFUGIADOS CLIMÁTICOS!!
BLOQUE REFUGIADOS: GENTE QUE PIERDE MEDIO DE VIDA (ENTREVISTA FATOU). GUET NDAR – APORTACIONES (PIROGUES). Barrio volcado sobre el mar.
Mujer 1:
Pues fue súper duro, súper duro, pues nos llevaron al campo de refugiados. Y estuvimos allí, pues durante varios meses, la verdad, no teníamos baños en el campo de refugiados, imagínate. Había veces que por la noche enfermamos y no teníamos quien nos pudiese llevar al hospital. O sea, no tenemos coche y si teníamos ganas de hacer pis, nos aguantamos hasta la noche o hasta cuando pudiésemos ir a hacer. Y claro, primero nos llevaron a una escuela y luego nos trasladaron a Kharr Yallah y la verdad es que ahí no estábamos tarnquilxs ya que no parabas de sobrepensar las cosas, de qué va a ser en de mi vida, mi familia… Porque claro, dónde estábamos, pues como era una especie de mini desierto, no podía suponer lo que podía pasar. Entonces estabas todo el rato inquieto en si va a pasar algo si no va a pasar nada.
¿Y por qué decidiste tú y tu familia volver a Guet Narr?
Pues porque las condiciones eran muy duras. Y todo lo que nos han prometido, pues no hemos visto nada de eso y claro, pues hemos decidido volver a nuestras casas destrozadas y a ver si recibimos alguna ayuda o buscamos otras soluciones para poder salir de la situación en la que estábamos viviendo.
Pues claro, si estuviésemos en buenas condiciones o nos llevasen a sitios en donde nos puedan satisfacer nuestras necesidades básicas, pues estaría bien, pero es que no teníamos ni alimentación suficiente ni nada en relación a nuestras necesidades básicas. Además de que en las tiendas de campaña del campo de refugiados hacía un calor terrible, no teníamos agua, comprabas hielo para poder obtener agua fría y en nada se calentaba, ya que hacía muchísimo calor. Además de que no teníamos poder adquisitivo, ya que lo que aquí en Guet Narr cuesta 10 céntimos, pues allí (Kharr Yallah) costaba 50 o 60 céntimos.
mujer 2:
¿Y bueno, cuando el mar se comió vuestra casa, vosotros os fuisteis al campo de refugiados, o os quedasteis aquí?
Pues no, nosotros no hemos ido al campo de refugiados porque no cabemos ahí, ya que hay muchas familias allí. Entonces hemos decidido quedarnos en lo que nos quedó de nuestra casa. Nuestra casa , que esta a cachos.
Pues la verdad, yo o sea yo y todas nosotras nos conformamos con que nos lleven a un sitio en el que estemos, pues en buenas condiciones, porque es que estamos súper cansados con el tema de la brecha , con que no tomen medidas, entonces pues eso, nosotras nos conformamos con cualquier cosa. Pero siempre y cuando estemos en buenas condiciones.
DECLARACIONES/NOTAS:
Cuando hablamos del cambio climático, yo
me pregunto si la brecha es el resultado de este cambio o de la intervención del
estado. Los efectos negativos son significativos, especialmente en términos de
erosiones costeras y la salinización del río.
protección del parque se volvió mas complicada (Ile aux ouiseaux): perturbaciones en las migraciones, daños (diatta)
→ Moussa: aspectos positivos: cercanía de la brecha para ir a pescar, ostras, lagunas, regeneraciones naturales, nuevas franjas de arena, reproducciones de pájaros.
Doun Baba Dieye (ahora están en Diol Mbab): cuando se abrió el canal enseguida se salinizó el agua y afectó gravemente la agricultura; luego la subida del nivel del mar afecto gravemente a la habitabilidad del pueblo.
Antes había mucha agua dulce, si no querías partir a pescar, ibas a trabajar el campo, pero ahora como toda el agua es salada ya no se puede hacer nada…
PROFE UNI advierte de que el mar no se va a tragar St-Louis (olas entran en diagonal, no de frente y por efectos de la corriente no hay problema).
DATOS
Doune Baba Dieye – 800 personas. 2003 – lluvias y crecida del río Senegal. Doune Baba Dieye pescaban en lago del propio río.
Nuevo dique en St Louis – Empresa francesa Eiffage. Anterior muro – 1930. Construido por colonizadores franceses para proteger a la ciudad de las inclemencias del mar. St. Louis urbe más amenazada por la crecida del nivel del mar según la ONU
10.000 vecinos de Guet Ndar convertidos en refugiados climáticos – Khar Yalla
CHIEF: siembra coníferas. Fijan suelo, impiden que el mar se lleve toda la arena y ayudan a desalinizar.
DIOUGOP: ubicación de nuevo campamento de refugiados (donde grabamos)
IDEAS
Infografía brecha: mostrar sitio nueva apertura, anterior y lugares afectados (Gandiol, Doune Baba Dieye, Guet Ndar)
FORMATO
Subir, dar protagonismo entrevista refugiada (Fatou Sy)